En un juego falto de emociones y aburrido para el escaso público asistente al Departamental ‘Alfonso López’, la Selección Santander logró sellar su clasificación a los Pentagonales semifinales.
Luego de 11 años sin llegar a una siguiente instancia en el fútbol juvenil en Colombia, los hormigueros celebraron a rabiar este nuevo logro para el balompié santandereano.
Germán Wandurraga logró el cometido, llevar nuevamente el fútbol hormiguero a los primeros lugares en el país.
Del juego ante el equipo bogotano poco se puede rescatar, pues si bien ambos conjuntos al comienzo del duelo sabían que con la paridad estaban del otro lado, los dos conjuntos hicieron poco, muy poco para agradar a los 300 estoicos hinchas que soportaron el fuerte sol mañanero, sin ver retribuido su esfuerzo por parte de los 22 jugadores en la sintética del principal escenario deportivo de los bumangueses.
Por los lados del local durante los 90 minutos de juego, no generaron ni una sola opción clara de gol sobre la puerta defendida por el arquero Molano de Bogotá, más bien la propuesta futbolística por los pupilos de Wandurraga fue la de conservar el útil con mucho toque lateral, pero sin profundidad.
Por el contrario el equipo visitante tuvo dos posibilidades claras de anotar; la primera un tiro libre cobrado por Juan Rivas al minuto 45 del primer tiempo estrellando el esférico en el horizontal, y la otra fue un potente remate de Alan Mosquera fuera del área y que salvó providencialmente el arquero Isidro.
De resto pare de contar, el partido se disputó en el medio del campo y los dos equipos esperaron el pitazo final del juez del compromiso Martín Parra para celebrar.
A primera hora jugaron Cundinamarca y Tolima en donde el resultado favoreció a los cundinamarqueses 2-0 con goles de Carlos Martínez y Edward Linares.
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